El pasado julio compartíamos con ustedes un adelanto del artículo de opinión que Fernando Lizarbe ha preparado para la revista oficial de la Semana Nacional Vasco-Argentina 2017, organizada por el Centro Vasco Euzkal Etxea de San Nicolás. Una vez finalizado este evento, que contó con la presencia de integrantes de Geroa Bai Argentina, les presentamos a continuación el artículo en su totalidad.

Uxue Barkos junto con el autor de esta columna, Fernando Lizarbe
El 22 de julio del 2015 es una fecha que marca un antes y un después en la historia política de Navarra y de Euskal Herria. A partir de ese día, Uxue Barkos es la Presidenta de la Comunidad Foral, siendo la primera vez que esta responsabilidad recae en una persona abertzale y euskaldun. Por ello decimos que se trata de uno de los hechos sociopolíticos más importantes que han sucedido en los últimos tiempos tanto en Navarra como en todo el país del euskera, Euskal Herria.
¿Que había pasado en Navarra? La Comunidad Foral había sido gobernada por más de 20 años por UPN, un partido regionalista que la entiende como parte indisoluble de la Nación Española; una agrupación que durante todo su periodo de gobierno no sólo ha constituido un régimen corrupto a favor de aquellos que más tienen, sino que además se ha dedicado a tratar por todos los medios de dividir a la sociedad navarra; posicionándose en contra de las señas de identidad que tiene Navarra desde sus orígenes: vascones y llingua navarrorum, el pueblo vasco, el euskera y la cultura vasca. Ejecutando asimismo una política única en Europa, en contra de su propia lengua; como demuestra la Ley del Vascuence, que divide a la Comunidad Foral en tres zonas -oficial en el norte, mixta en el centro y no oficial en el sur-, y priva así a los navarros y navarras de todo el territorio del derecho de aprender la lengua propia de Navarra.
Esta política sistemática antivasca se ha visto reflejada también en los Centros Navarros de la Diáspora, que en su gran mayoría han sido motores de difusión de la españolidad de Navarra y de la no vasquidad del territorio, negando claramente la pluralidad de sentimientos identitarios que abarcan un amplio espectro -sentimientos navarros y españoles, navarros solamente y navarros y vascos-. A través de la política de exclusión, la parte de la sociedad con sentimiento navarro y vasco, vasquistas y abertzales, han sido marginados y tratados como navarros y navarras de segunda. Todas estas personas, en Navarra y en su Diáspora, y por el solo hecho de pensar y de sentirse navarros y vascos, han sufrido una auténtica discriminación. En este esquema, el Gobierno de UPN sólo ha contemplado una sola realidad como Diáspora Navarra: los asociados y asociadas a Centros Navarros, que han sido utilizados para imponer la marca Navarra: España y desvasquización. En todo ese tiempo nunca han tenido en cuenta a otra realidad diferente a su pensamiento de una sociedad homogénea navarra y española.
Se han «olvidado» así de los navarros y navarras que pertenecemos a las Euskal Etxeas, que componemos aproximadamente el 20 por ciento de la masa societaria de las casi 90 euskal etxeas de Argentina. Cerca de 5000 personas que estamos a favor del euskera de la cultura vasca y de la unión de todos los territorios euskaldunes que conforman la nación vasca: Euskal Herria, que UPN afirma que es un invento.
Pero las cosas empezaron a cambiar allá por 2015. El nuevo gobierno está apoyado por 26 parlamentarios de un total de 50, producto de un acuerdo programático entre 4 fuerzas: Geroa Bai, Euskal Herria Bildu, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra. Se está marcando claramente una nueva manera de hacer política en Nafarroa. Un cambio producto de un acuerdo entre diferentes, pero que se ha logrado con gran generosidad de todos los involucrados: pactar y construir un nuevo escenario que tenga muchas cosas positivas y mucho potencial. Destaco un elemento clave que necesitaba Navarra: un cambio basado en valores; integrador. Un gobierno que piensa y trabaja en la Navarra de todos-as. El Gobierno del Cambio es un gobierno que gestiona con solvencia, con seriedad, con capacidad, con tranquilidad y sin revanchismos.
Este cambio se nota en Navarra en todos los ámbitos. Buenos ejemplos son la política lingüística y la Ley de símbolos. Frente a las acusaciones de UPN, PPN y PSN de imposición de la lengua vasca y la ikurriña, lo que se está haciendo es extender el acceso al modelo D, que es el de estudiar íntegramente en euskera, a cada vez más personas, especialmente en zonas del sur donde antes no había posibilidades de hacerlo. También se permite que los municipios posean la capacidad, por decisión de la mayoria en sus concejos, de pasar a zona mixta cuando estaban en zona no vascófona. O que se puedan ondear otras banderas -cómo la ikurriña- siempre que haya una mayoría municipal que lo apruebe, desde el respeto a los símbolos oficiales de Navarra; algo que con la ley de símbolos anterior estaba prohibido.
Frente a la política sectaria, marginadora y clientelista que ha practicado UPN con la Diáspora, el Gobierno del Cambio que preside Uxue Barkos practica una política de Diáspora integradora, no distingue entre navarros y navarras según su sentimiento identitario. No gestiona la relación con los navarros del exterior según su ideología, tal como lo ha hecho UPN, puesto que no es democrático despreciar a una parte del pueblo navarro por pensar diferente. No puede seguir ocultándose que la mayoría de la Diáspora navarra que está asociada a instituciones pertenece a centros vascos. El rol más importante que posee esta parte de la Comunidad Navarra en el exterior que pertenece a las Euskal Etxeak es mostrar a Navarra tal como su pueblo originario: sin olvidar a los vascones, su llingua navarrorum el euskera o lo que marca su historia. En tanto es imposible entender a Navarra sin la cultura vasca como elemento clave de su identidad.
Navarra es sujeto político con derecho a definir su futuro. Ya con este nuevo gobierno forma parte de la Eurorregión junto a la Comunidad Autónoma Vasca y a Nueva Aquitania. Esto quiere decir que se integra a Europa junto a los demás territorios históricos que conforman para los que tenemos sentimiento abertzale; la nación vasca. El Gobierno del Cambio tiene claro que debe gobernar para todos-as en la Comunidad Foral y en toda su Diáspora; ejemplo claro de ello es su participación con un stand en el Buenos Aires Celebra al Pais Vasco con motivo de los 140 años de la Euskal Etxea más antigua del mundo: el Laurak Bat de Buenos Aires, que desde su fundación hasta la actualidad cuenta con una importante presencia de navarros y navarras -aproximadamente un 25 por ciento del total de sus socios. Este nuevo y apasionante escenario nos invita a tener un rol activo, porque hoy los navarros y navarras en las Euskal Etxeas también formamos parte de la Diáspora del Cambio.
Fernando Lizarbe.
EAJ-PNV NAFARROA.
GEROA BAI ARGENTINA