Arantzazu Ametzaga Iribarren. Bibliotecaria y escritora. Miembro de Geroa Bai Argentina.

Un 19 de julio de 1512 fue invadido militarmente el Reino de Nabarra, rematada la conquista otro 19 de julio de 1522, rendido el castillo de Amaiur. Aún continúa la resistencia hasta el siglo XIX, en que han de librar dos guerras llamadas carlistas, para mí forales, es en que se sigue planteando el tema de la independencia de Nabarra, prenda de alto valor considerado por el cantar del Paloteado de Monteagudo en las fechas gloriosas de la Gamazada, en 1894.

Nabarra surgida como Reino tras la batalla de Orreaga (Roncesvalles), en el año 778, y su núcleo lo componían los pueblos Baskos que hoy conocemos: Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nabarra. Zarpazos de Castilla, que surgiendo como potencia militar, fueron mermando al reino baskón: se ocuparon Araba, parte de Bizkaia, Gipuzkoa, y finalmente, Nabarra.

Han pasado mil años y lo curioso es que seguimos reclamando aquellos tiempos de unión, proclamando al euskera como vínculo principal de comunicación, y la cuestión foral, las viejas leyes del Reino, como auténticos modelos de democracia.El Parlamento debatía y aprobaba leyes en la Navarra Medieval y la Constitución del Reino es admirable desde el aspecto económico, jurídico y social.

Perdido el Reino y la lucha en el campo de la guerra, luego en el administrativo y en el discurso político del vencedor, nos tocó callar. Pese a todo eso, en 2015, como señala Mikel Irujo, Consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial del actual Gobierno de Navarra; La nueva coalición Geroa Bai logra hacer historia obteniendo la Presidencia de Navarra en el 2015, con Uxue Barkos, que timoneó el cambio histórico con su quehacer excelente.

En este momento formamos parte de la coalición de gobierno, gestionando áreas claves para el bienestar de Navarra y de su diáspora. El desarrollo de la economía y del euskera, clave cultural baskona, que va recobrando su espacio. Porque cada colectividad humana debe hacerle honor a su memoria. Y la nuestra ha sido machacada desde la dictadura y la imposición.

Nos da la bienvenida, en este recomenzar a ser lo que fuimos, señalando un futuro de paz y bonanza, la mano de Irulegi (Irulegiko Eskua), que resurgida de las profundidades de la tierra, en pleno centro de Nabarra, emerge para darnos la bienvenida. Zorioneku.